Entrevista sobre la movilidad eléctrica en el sector artesanal a Marc-Alexander Stachel, de HEGLA Fahrzeugbau (Satteldorf)
En nuestra primera charla sobre la movilidad eléctrica hace dos años, el sector de las furgonetas pequeñas seguía siendo un nicho de mercado con un crecimiento cada vez mayor. ¿En qué situación nos encontramos ahora que se han retirado las subvenciones estatales a los coches eléctricos?
La demanda de vehículos comerciales eléctricos se ha estabilizado y los vehículos eléctricos ya constituyen una parte integrante de las flotas de vehículos de muchas empresas. Los clientes han tenido buenas experiencias y equipamos un buen número de furgonetas eléctricas del segmento de 2,8 a 3,5 toneladas con nuestros bastidores para el transporte de vidrio y ventanas. Si bien la retirada de las subvenciones estatales ha traído consigo una serie de retos, los fabricantes han reaccionado aumentando sus descuentos para reducir la barrera del precio de compra. Obviamente, un vehículo eléctrico no es una opción para todas las empresas, finalidades de uso y radio de reparto. Sin embargo, a diferencia de lo que ocurría hace unos años, ahora existe una mayor oferta de vehículos eléctricos disponibles con sus correspondientes opciones.
¿Por qué la tendencia y la demanda se limitan principalmente a los vehículos comerciales eléctricos de hasta 2,8 y 3,5 toneladas?
Por lo general, nuestros clientes, la industria y las empresas artesanales afines utilizan habitualmente furgonetas de esta categoría de peso. A esto hay que añadir que los vehículos comerciales eléctricos ofrecen una buena combinación de volumen de carga, peso total y autonomía. Para reducir al máximo el peso, instalamos en estos vehículos eléctricos un bastidor con un peso optimizado. Las furgonetas son mucho más eficientes que los camiones eléctricos, ya que, por ejemplo, estos últimos son demasiado pesados en términos de peso total y, por tanto, disponen de poca autonomía. Un camión eléctrico puede ser interesante si la empresa recorre siempre las mismas rutas y dispone de puntos de recarga al principio y al final del recorrido. Sin embargo, en el caso de las pequeñas y medianas empresas vidrieras, esto no es posible desde un punto de vista puramente práctico, ya que los trayectos de entrega y los trayectos de transporte, así como los fines para los que se utilizan los vehículos, varían demasiado. Estas empresas necesitan contar con un vehículo fiable y con una autonomía suficiente. En cuanto a la autonomía, recomendamos un mínimo de 300 kilómetros, lo que le proporciona la flexibilidad necesaria incluso con una carga pesada y en invierno.
En su opinión, ¿cuáles son las principales razones por las que las empresas artesanales se decidan a adquirir un vehículo comercial eléctrico?
Todo gira en torno a la sostenibilidad. Para las empresas, cambiar a los vehículos eléctricos no es sólo una oportunidad de reducir los costes de explotación o utilizar su propia energía solar. También es una oportunidad para enviar una señal clara a favor de la protección del medioambiente y la sostenibilidad. Esto fortalece la imagen de la empresa y, en ocasiones, se gana la confianza y el interés de los clientes.
Para muchos, la subvención gubernamental con la prima medioambiental y la gran subida del precio de los carburantes que se produjo al mismo tiempo fueron determinantes para adquirir un vehículo eléctrico. Entretanto, se ha reducido considerablemente el problema de la autonomía, ya que el desarrollo ha avanzado y la capacidad de las baterías ha mejorado notablemente, de modo que las furgonetas eléctricas actuales son mucho más eficientes que sus predecesoras. Y, además, también ha crecido la infraestructura para la recarga. También existen razones prácticas para tener un coche eléctrico. A las empresas que trabajan en grandes ciudades y tienen que hacer entregas en el centro de las ciudades se les permite circular con sus vehículos eléctricos por zonas de emisiones cero en las que un vehículo diésel difícilmente podría entrar. Este hecho confirma también la demanda existente por modelos de vehículos de tamaño medio, como furgonetas y furgonetas sprinter, ya que son más fáciles de conducir y más maniobrables que los camiones en el tráfico urbano.
¿Qué equipamiento debería llevar un vehículo comercial eléctrico? ¿En qué debe diferenciarse el equipamiento de un vehículo comercial eléctrico?
Es importante que antes de la transformación se determine y defina con precisión el uso previsto del vehículo. De serie, montamos siempre un bastidor de aluminio de peso optimizado con perfiles resistentes a la torsión. Esta estructura permite colocar mercancías pesadas y de gran tamaño con comodidad y a la altura del cuerpo. Si el vehículo se utilizará también para desplazamientos privados o largos sin transportar mercancías en el bastidor exterior, recomendamos la versión de desmontaje rápido. Este bastidor puede desmontarse fácilmente para reducir el peso y la anchura. Esta posibilidad también facilita el mantenimiento del vehículo y permite utilizar la estructura en varias furgonetas. Si una empresa necesita zonas de almacenamiento adicionales o separadas, merece la pena considerar un bastidor interior. Además, en este tipo de bastidor pueden montarse elementos estructurales que deban protegerse y que no deban quedar expuestos a la lluvia o al impacto de piedras. También resulta muy práctico un armario para herramientas, que permite mantener organizado el interior del vehículo de montaje y causar una buena primera impresión al cliente.
El grupo HEGLA acude a Glasstec 2024 y expondrá sus numerosas innovaciones en el estand A60 del pabellón 14. En el stand especial de la división de estructuras para vehículos HEGLA Fahrzeugbau, en el pabellón 10, estand C79, encontrará nuestras estructuras para el transporte de vidrio y todo lo relacionado para transportar correctamente el vidrio.
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